Las altas temperaturas del verano son un factor muy importante a la hora de medir el comportamiento de los neumáticos y que son claves a la hora de realizar un viaje largo con la familia.
Durante esta época, los neumáticos sufren un mayor desgaste por las altas temperaturas que alcanza el asfalto – en promedio diez grados más que la temperatura ambiente – el cual afecta directamente la goma de estos.
El aumento de la temperatura puede provocar la disminución de presión de los neumáticos, interviniendo en el comportamiento y la eficacia de frenado. Además, por las altas temperaturas, la banda de rodamiento podría verse afectada, acortando la vida de los neumáticos y generando un mayor gasto de combustible.
Las condiciones habituales del verano desgastan con mayor rapidez los neumáticos, lo que puede agravarse cuando circulamos por carreteras rápidas o irregulares. Por esta razón, el fabricante de neumáticos Goodyear entrega recomendaciones para revisar periódicamente la presión y profundidad de los neumáticos durante los meses más calurosos del año:
- Presión de los neumáticos: Asegurarse que la presión de los neumáticos sea la misma que indica el fabricante. Con esta acción lograremos que el vehículo pueda operar en buenas condiciones, que el tiempo de frenado sea el óptimo y se reduzca el consumo de combustible. Está revisión se debe hacer cuando los neumáticos estén fríos, previo a un viaje.
- Estado del dibujo y su profundidad: Es importante revisar el estado del dibujo del neumático antes de iniciar un viaje. Se recomienda realizar el cambio de neumáticos cuando la profundidad del dibujo sea inferior a 3 mm, sobre todo en verano y ante las altas temperaturas.