Los amantes de las deportivas italianas tienen dos nuevos objetos de deseo. Se trata de los nuevos modelos de la familia Panigale V4, que actualiza tanto su versión estándar como la versión más equipada V4 S.
Descendiente de la Desmosedici que protagoniza el MotoGP, la Panigale V4 posee un motor de cuatro cilindros en V a 90º con distribución desmodrómica de 1.103 cc. y apenas 65 kg. La potencia máxima -214 CV a 13.000 rpm- marca un nuevo hito en el segmento de las deportivas de 1.000, siendo una moto muy fácil de llevar, especialmente con los cambios introducidos en el acelerador electrónico, con mucha potencia en el bajo y medio régimen y con unos intervalos de mantenimiento muy altos. Las prestaciones del motor se pueden elevar hasta los 226 CV montando un escape Akrapovic de titanio desarrollado para este modelo en concreto.
La Panigale V4 S es sólo 5,5 kg más pesada que la bicilíndrica 1299 Panigale S, una cifra que habla por sí sola del gran trabajo de los italianos con la Desmosedici Stradale. Estas cifras no se hubieran conseguido usando un chasis perimetral tradicional, de ahí que los ingenieros se decantaran por llevar a cabo una evolución del monocasco de MotoGP, usando el motor de elemento autoportante. Este diseño ofrece una mejor absorción de las irregularidades en curva, así como una superior agilidad y precisión en la conducción, lo que supone menos fatiga para el piloto. El chasis también cambia en 2020 y pasa a ser como el de la Panigale V4 R.
Por otro lado, el que el motor se convierta en un elemento estructural es una ventaja porque se logra mayor rigidez y se reduce el peso del conjunto y permite un diseño más compacto de todo el conjunto, especialmente en la parte del asiento.
El chasis se completa con un subchasis delantero de magnesio y otro trasero de aluminio sobre el que se coloca el asiento.
La suspensión trasera usa un sistema de bieletas de aluminio forjado que se une al basculante de aluminio. El amortiguador es de la marca Sachs totalmente regulable, siendo la horquilla una Showa BPF también totalmente regulable en precarga, compresión y rebote. Las barras de la horquilla cuentan con deslizadores cromados para reducir la fricción.
En esta moto todo es especial, hasta los neumáticos, unos Pirelli Diablo Supercorsa SP, la primera montura en utilizar estas gomas, que en la rueda trasera cuenta con unas medidas revolucionarias: 200/60 ZR 17, muy populares en el Mundial de Superbikes.
Brembo se encarga de los frenos, montando unas exclusivas pinzas Brembo Stylema monobloc de cuatro pistones, la última versión de las M50 y mecanizadas desde una sola pieza, que muerden un par de discos delanteros de 330 mm de diámetro. Detrás aparece un disco de 245 mm con una pinza de doble pistón.
La parte ciclo la culmina un depósito de gasolina de 16 litros de capacidad realizado en aluminio y que discurre en gran parte por debajo del asiento del piloto. En la parte no ocupada por el combustible se han ubicado todos los componentes electrónicos.
Otros modelos que se presenta dentro de esta familia es la nueva Panigale V2, con más electrónica, mejor equipamiento y una estética que bebe directamente de los puntos fuertes de la familia de deportivas italianas, la Panigale V2 ahora es más atractiva que nunca pero conserva sus puntos fuertes y un carácter algo menos extremo.
La filosofía de Ducati con respecto a sus motos deportivas pequeñas siempre ha sido particular y con la radicalización de la familia V4 ahora la Superbike de acceso sigue siendo una deportiva de litro, pero enfocada a un uso menos extremo.
Con el cambio de denominación también hay cambios estéticos. Por fuera, la Ducati Panigale V2 recupera dos señas de identidad perdidas en las últimas generaciones. El escape ahora discurre por la parte inferior y tiene una salida corta por el lado derecho, dejando ver una llanta que luce magnífica con el nuevo basculante monobrazo.
La pequeña Panigale es un producto equilibrado que utiliza una evolución del motor Superquadro de la Panigale 959 con 955 centímetros cúbicos. Más o menos se mantienen unas cifras más que interesantes para la deportiva de acceso de la gama italiana con 155 CV de potencia máxima y 102 Nm de par motor para un peso en seco de 176 kg. Es decir, que adaptando el propulsor a la normativa Euro5 se han perdido 2 CV por el camino. La electrónica da también un salto cualitativo con la adopción de un cuadro de mandos totalmente digital a color que incluye todo lo mejor de Ducati a nivel tecnológico: cornering ABS, control de tracción DTC Evo2 con estrategia predictiva, anti-wheelie, modos de conducción, cambio semiautomático bidireccional y todo el arsenal técnico posible gracias a una plataforma de medición inercial de cinco ejes.