Rompiendo con lo establecido y abriendo nuevos caminos con tecnologías que a otros les parecían inviables, Mazda cumple 100 años echando por tierra los paradigmas de la industria automotriz.
La larga trayectoria de éxito de la marca japonesa ha estado marcada a lo largo de las décadas por el “Espíritu Mukainada”, reflejo de la superación del pueblo de Hiroshima tras la caída de la bomba atómica en 1945.
Los inicios
Su historia comenzó en 1920 cuando Jujiro Matsuda, (1875-1952) y un grupo de accionistas compran una empresa de corchos en Japón y fundan la “Toyo Cork Kogyo Company Limited”. La compañía originalmente fabricaba herramientas y maquinaria pesada, pero decidió cambiar de rubro con el lanzamiento de su primer vehículo, el Mazda-Go en 1931.
Con una orientación empresarial cada vez más dirigida hacia el mundo del motor -en 1930, había construido 30 motocicletas y un año después sacó a la venta un interesante vehículo de tres ruedas, el MazdaGo- Matsuda tenía claro que había que dar continuidad al proyecto automovilístico iniciado: en 1934 aparece el primer logotipo de Mazda, cuyo nombre se hereda de un dios superior de la antigüedad, Ahura Mazda, y que fonéticamente se asemeja al nombre de su fundador.
Un motor innovador
En 1960 nació el R360 y dos años más tarde fue el turno del Carol, el primer cuatro puertas de la marca con sede en Hiroshima. Siguieron los avances hasta que en 1967 se produce un punto de inflexión, cuando la fábrica desarrolla el primer motor rotativo sobre el Cosmo Sports 110S, que rendía infinitamente más que los propulsores con pistones de la competencia.
En sólo una década, la marca progresó de un vehículo de 16 caballos (12 kW) a un deportivo con un motor Wankel. Y también logra su expansión internacional: en 1967 exportaron las primeras unidades de Carol y Familia a Europa y tres años después llegaron a Estados Unidos.
Los primeros Mazda eran vehículos sencillos, fuertes y de mantenimiento sencillo, todo esto unido a un precio muy competitivo despertó el interés de los países de occidente.
Despegue mundial
Internacionalmente, la década de los 70 supuso el liderazgo de la marca japonesa en rendimiento. El motor rotatorio de Wankel rendía mucho más en comparación con los motores basados en pistones usados por la competencia, de ahí que Mazda basara todo su potencial en incorporarlo en prácticamente todos los vehículos que facturaban, desde el Rotary Pickup hasta el RX-7, pasando por la gran berlina Luce.
El idilio con Ford
En 1980, Mazda incluyó la tracción delantera en uno de sus más exitosos modelos el 323. Gracias a ello comenzó su relación con el gigante norteamericano Ford para que este fabricara el 323 en Australia.
A partir de ahí los lazos entre las dos empresas se unieron. La gigante estadounidense, que compró el 25% de la fábrica japonesa, se benefició de las plataformas de Mazda para comercializar sus modelos en Asia y Australia, como por ejemplo el Ford Laser (años más tarde el Ford Focus) o el Ford Telstar, y estableciendo su propia red de concesionarios en la isla.
Este éxito vino acompañado del nacimiento del impactante deportivo RX-7, del pick-up Rotary o la berlina Luce, que catapultaron a Mazda a la cúspide del mercado japonés en los 80, con modelos como el 626 y 323, éste último incluso fue el vehículo más vendido en Japón, por delante del Toyota Corolla.
Es en esa época, precisamente en 1984, cuando la compañía pasó a llamarse formalmente Mazda, aunque todos los modelos vendidos desde el principio llevaron ese nombre.
Y en 1989 hace historia cuando lanza al mercado su legendario Eunos Roadster, conocido como Mazda MX-5 o Miata fuera de Japón. El MX-5 se convirtió en el roadster más vendido de todos los tiempos, que transformó extraordinariamente el mercado de los deportivos y que marcó la pauta del diseño que transmiten sus nuevos modelos.
Llega el merecido triunfo
La década de los 90 comenzó con el triunfo del Mazda 787B en las 24 Horas de Le Mans (1991). Hasta la fecha es la única victoria de una marca japonesa en esa prestigiosa competencia y, por supuesto, de un motor rotativo.
Mazda siguió investigando, desarrollando y aplicando interesantes novedades tecnológicas a sus vehículos, como el motor de ciclo Miller o las cuatro ruedas motrices y directrices.
Pero el desarrollo tecnológico no es el objetivo único o de la marca. En 1992, Mazda se compromete a aportar en el cuidado del entorno, transformándose en uno de sus principales retos corporativos, lo que se traduce en la firma del Estatuto internacional para el Medio Ambiente.
De hecho, es la primera marca automotriz japonesa en conseguir la acreditación ISO 9002. En 1996 esta acreditación se convierte en ISO 9001, la normativa de calidad más alta que existe y su tasa general de materiales reciclables alcanzó el 91%.
Asimismo, logra que más del 75% de las piezas plásticas de sus vehículos sean reciclables y los forros y pastillas de frenos no contienen amianto.
Acorde a los nuevos tiempos, la fábrica decide cambiar su tipografía estrenada en 1975, junto a su equipo de CAD. En 1991, lanza un logotipo que fue sustituido en poco tiempo por una versión redondeada. Sin embargo, en 1997 vuelve a renovar su imagen corporativa, la que está presente hasta hoy en todos los modelos y es considerablemente más grande que todas las anteriores.
Nuevo milenio, nuevos triunfos
El nuevo milenio comienza y Mazda vuelve a hacer historia al lanzar el Mazda 6, el Mazda RX-8 y el Mazda 3. Gracias al éxito de estos modelos, Mazda superó las ventas de su rival Mitsubishi Motors en 2004.
Además, en 2006 alcanzó la cifra de 1 millón de unidades de Mazda 3 producidas.
En los últimos años, la casa japonesa ha centrado sus esfuerzos en investigar nuevas técnicas de propulsión para desarrollar autos cada vez más amigables con el medioambiente. Uno de los resultados más recientes de este espíritu pionero es el revolucionario SKYACITV-X, un motor de gasolina único en el mundo que combina las ventajas de las tecnologías de combustión interna más avanzadas.
Paralelamente, ha ido perfeccionando su diseño KODO -Alma del Movimiento- que comienza con artesanos que esculpen los prototipos en arcilla con formas que hipnotizan. Con amor y precisión, los maestros Takumi llevan su visión a modelos listos para pasar a la línea de producción, los que han recibido los más importantes premios internacionales de la mano de la gama Mazda.
Entre ellos, destacan especialmente los siete galardones Red Dot otorgados por esta prestigiosa organización desde el año 2013, el último de ellos al nuevo Mazda3 lanzado en 2019, así como el World Car Design of the Year del Mazda MX-5 en 2016 o el Most Beautiful Concept Car of the Year que recayó en 2018 sobre el Mazda Vision Coupe.
La confiabilidad y la eficiencia son otros pilares fundamentales que sitúan a la gama Mazda como referencia en la industria. Desde hace años, la marca ocupa puestos de liderazgo en los estudios de calidad y fiabilidad realizados por organismos de la talla de Consumer Reports, Autobild o JD Power; también ha sido reconocida como la marca más eficiente del mercado estadounidense durante cinco años consecutivos por parte de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), lo que supone un reconocimiento a la labor realizada por Mazda en su búsqueda incesante de la mejora del consumo y la reducción de emisiones.