Porsche estrenó la tercera variante del mítico 911. Se trata del Targa, que se presenta en dos versiones, el Targa 4 y Targa 4S de tracción integral, y se suman a las versiones Coupé y Cabriolet.
Esta moderna versión del ya legendario modelo original de 1965 presenta la característica distintiva de su sistema de capota, destacando su típica barra antivuelco ancha y una sección de techo sobre los dos asientos delanteros que puede desplazarse y por una ventana posterior envolvente. La operación de abrir y cerrar el techo se realiza de forma cómoda en solo 19 segundos.
Equipado con un motor bóxer biturbo de tres litros y seis cilindros, el 911 Targa 4 alcanza 385 cv. A su vez, el 911 Targa 4S llega a los 450 caballos, pudiendo lograr velocidades máximas de 289 km/h y 304 km/h respectivamente.
Ambas versiones cuentan con una caja de cambios de doble embrague de y ocho marchas de Porsche (PDK), además de contar de serie con el sistema Porsche Traction Management (PTM) de tracción integral.
El rendimiento mejorado de estos nuevos modelos de tracción integral tiene mucho que ver con el desarrollo que los ingenieros han hecho en la transmisión del eje delantero.
El embrague y el diferencial están refrigerados por agua y, además, los discos de dicho embrague han sido reforzados para lograr una mayor robustez y capacidad de carga. El aumento de par sobre el embrague mejora su precisión de ajuste y la propulsión adicional sobre el eje delantero, independiente de cuales sean las condiciones de la carretera.
Con relación a la amortiguación, Porsche equipó los nuevos modelos del 911 Targa con un sistema que la ajusta de forma automática, teniendo en cuenta el confort y el comportamiento, y dispone de dos mapas que pueden ser regulados manualmente (Normal y Sport).
Como las otras variantes de la octava generación del Porsche 911, el Targa también cuenta con el modo Porsche Wet de serie. Unos sensores situados en los guardabarros delanteros son capaces de detectar el agua de la superficie de la carretera y, si la cantidad es significativa, activan una señal en el interior para recomendar al conductor que cambie de manera manual al modo Wet. La respuesta del auto se adapta entonces a las condiciones de la calzada para garantizar la máxima estabilidad de marcha.
El Targa 4 viene equipado con llantas de 19 pulgadas y discos de freno de 330 milímetros con pinzas monobloque fijas de cuatro pistones. El 4S posee llantas de 20 pulgadas y discos de 350 mm. de seis pistones adelante y cuatro detrás. El sistema de discos cerámicos Porsche Ceramic Composite Brake (PCCB) está disponible de manera opcional.
El exterior del 911 Targa se caracteriza por los elementos de diseño de la generación 992. El interior es idéntico al de los modelos 911 Carrera y destaca por las líneas rectas y limpias del tablero, con el cuadro de instrumentos integrado. Los 911 de los años setenta han sido la fuente de inspiración. Junto al cuentarrevoluciones central, un elemento que define a cualquier Porsche, se encuentran dos finas pantallas sin marco que pueden ser configuradas para ofrecer la información que más interese al conductor. Un pequeño panel con cinco botones, situado por debajo de la pantalla de 10,9 pulgadas del Porsche Communication Management (PCM), da acceso directo a las funciones más importantes del vehículo. Este PCM viene de serie y puede ser integrado con el sistema Apple Car Play.
El 911 Targa 2.0 de 1965 fue un modelo pionero en el mundo del automóvil. Comercializado originalmente bajo la idea de ser un “descapotable seguro con barra antivuelco”, el Targa, con su techo desmontable, creó un concepto independiente y se convirtió en un icono estilístico. Hasta hoy, Porsche ha continuado combinando dos mundos en el 911 Targa: las ventajas de la conducción abierta propias de un descapotable con la comodidad y seguridad típicas de un coupé.
Los nuevos 911 Targa y 911 Targa 4S estarán disponibles en América Latina y el Caribe a partir del tercer trimestre de 2020.